España vuelve a importar electricidad tras cinco años de parón renovable

España vuelve a importar electricidad tras cinco años de parón renovable

El Partido Popular ganó las elecciones -mayoría absoluta- el 20N de 2011, hace ya más de un quinquenio. El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, decretó una moratoria renovable 36 días después de llegado al cargo. Y, ayer, Red Eléctrica publicó su Avance del Sistema Eléctrico Español 2016, un documento-balance que revela que, «en cuanto a los intercambios internacionales [de electricidad], las importaciones superaron a las exportaciones en 7.313 gigavatios hora en 2016, lo que supone el primer saldo importador registrado desde el año 2003».

Podemos almacenar electricidad en los pantanos (en forma de agua que soltaremos rumbo a una turbina cuando la necesitemos), en las centrales termosolares (en forma de sales que habremos calentado con el sol del día y cuyo calor liberaremos durante la noche para generar kilovatios hora entonces), o en baterías, que, de momento, tienen un tamaño menor de lo necesario. En fin, que almacenar energía eléctrica es posible, pero que, de momento, tiene sus limitaciones. Así que lo más habitual es que la electricidad que generamos ahora mismo… ahora mismo la estamos consumiendo. De ahí que haya siempre intercambios internacionales de electricidad. A saber: como no la podemos almacenar en la medida de lo preciso, pues la importamos a veces, y a veces la exportamos. España exporta a Portugal y Portugal exporta hacia España. Y viceversa: España importa de Portugal y Portugal importa de España (y con Marruecos y Francia pasa lo mismo).

Saldo
Pues bien, a lo largo de los últimos diez años (en realidad, más de diez), el saldo import-export de España ha sido siempre positivo para nuestra economía. Es decir, que siempre hemos vendido a otras naciones (Francia, Marruecos y Portugal) más electricidad (kilovatios hora, kWh) que la que ellos nos han vendido a nosotros. Siempre… hasta 2016, tras cinco años de gobierno mariano y moratoria renovable. Veamos: España siempre ha importado uranio (ahora importa el 100% del que utiliza), gas natural (ahora mismo, casi el 100%) y petróleo (casi el 100% también). Sin embargo, en lo que se refiere a la electricidad, el formidable despliegue experimentado aquí por las tecnologías renovables ha propiciado que nuestra economía haya sido cada vez menos dependiente de las importaciones. Hasta el punto de que, entre 2003 y 2015, hemos exportado más kWh que los que hemos importado. Todo y cada uno de esos años. Sí, así ha sido… hasta ayer, cuando Red Eléctrica de España publicó su Avance del Sistema Eléctrico Español 2016.

Si generas dentro, no tienes que ir a buscar la energía fuera
Las fuentes de energía renovable independizan. Porque, cuanta más electricidad genere España puertas adentro con su naturaleza -con el viento, el agua, el sol y la biomasa-, menos electricidad tendrá que importar. O sea, que importaremos menos kilovatios hora por cable desde Francia, Marruecos o Portugal; e importaremos menos uranio desde Namibia, Níger o Kazajistán (las nucleares españolas traen de allí el mineral); e importaremos menos gas natural desde Nigeria, Argelia o Catar. En fin, que España estaba independizándose a pasos agigantados (en lo que a la electricidad se refiere) hasta que, hace cinco años, el Ejecutivo Rajoy echó el freno de mano y, hoy, un lustro después, nuestra economía importa uranio, petróleo y gas -como siempre hizo- y, además… electricidad, que ha vuelto a los números rojos tras 13 años de historia de éxito de las energías renovables. Simultáneamente, el Ejecutivo Rajoy mantiene secuestrado el autoconsumo -otra vía de independencia energética- con un real decreto que incluye un sorprendente impuesto al sol.

Hay más hueco para las renovables
El operador del sistema eléctrico nacional, Red Eléctrica de España (REE), explica lo sucedido en su Avance. Lo hace en estos términos: «la demanda de energía eléctrica en España, con datos estimados a cierre de año, experimentó en 2016 un ligero crecimiento del 0,8% respecto al año anterior. Por su parte -continúa REE-, la generación registró una caída del 1,9% respecto a 2015, afectando principalmente al carbón, cuya producción descendió un 29,8%. En cuanto a los intercambios internacionales -concluye el operador-, las importaciones superaron a las exportaciones en 7.313 GWh, lo que supone el primer saldo importador registrado desde el año 2003». La caída de la generación con carbón va a continuar, habida cuenta de la legislación europea: la Unión Europea ha decidido acabar con las ayudas a la producción de carbón el 1 de enero de 2019. El Acuerdo de París (sobre las emisiones y el cambio climático) se dirige al mismo destino: la descarbonización de la economía.

La pregunta, entonces, es: ¿cómo sustituimos esa fuente? ¿Quién releva al carbón? ¿El gas catarí? ¿Los kilovatios hora atómicos que producen las centrales nucleares francesas? ¿Es ese el objetivo que persigue el comisario de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, primer paladín de las interconexiones? ¿Para qué sirve una interconexión con Francia si puertas adentro le ponemos un impuesto al sol y establecemos una moratoria renovable?

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Vía: Energías Renovables

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