El sistema de calefacción por tubos radiantes, es ampliamente conocido y utilizado en países como Alemania, Rusia, los países nórdicos, Reino Unido o Italia, en España resulta novedoso y supone una alternativa muy a tener en cuenta sobre todo en fábricas, naves industriales, talleres, almacenes, supermercados, salas de exposición, pabellones deportivos, iglesias, garajes, granjas, etc., habiéndose utilizado en sectores tales como el metalúrgico, automovilístico, aeronáutico, naval, ferroviario, defensa, electrónica, electrodoméstico, tipografía y serigrafía, salones de exposiciones, editoriales, tabaco, alimentario, deportivo, floricultura, zootécnico, etc., en locales donde la altura suele ser superior a los tres metros y puede llegar hasta los 20 metros.
La forma de transmisión del calor por radiación se produce en vacío, igual que la radiación de la luz, en forma de ondas electromagnéticas.
De esta manera el proceso de transferencia de calor por radiación no está vinculado a soporte o vehículo material alguno, no pudiendo ser explicado en términos de moléculas que chocan o se desplazan.
La calefacción por conductos radiantes, especialmente adecuada en locales que tienen una altura de más de 3 m y menos de 20 m, emite radiación infrarroja, la cual se transmite a la velocidad de la luz, y sólo produce calor cuando esta energía es absorbida por un cuerpo.
En la figura 1 se pueden ver los distintos elementos de que consta este sistema. Básicamente, el sistema está constituido por un quemador y un conducto radiante en forma de U, en cuyo interior se produce la combustión.
La forma de transmisión del calor por radiación se produce en vacío, igual que la radiación de la luz, en forma de ondas electromagnéticas.
De esta manera el proceso de transferencia de calor por radiación no está vinculado a soporte o vehículo material alguno, no pudiendo ser explicado en términos de moléculas que chocan o se desplazan.
La calefacción por conductos radiantes, especialmente adecuada en locales que tienen una altura de más de 3 m y menos de 20 m, emite radiación infrarroja, la cual se transmite a la velocidad de la luz, y sólo produce calor cuando esta energía es absorbida por un cuerpo.
En la figura 1 se pueden ver los distintos elementos de que consta este sistema. Básicamente, el sistema está constituido por un quemador y un conducto radiante en forma de U, en cuyo interior se produce la combustión.
En un extremo del conducto se encuentra un aspirador de humos, que fuerza a los gases calientes provenientes de la combustión a circular por el interior del conducto. Los humos y demás productos de la combustión se evacuan al exterior gracias al aspirador.
Como el sistema de calefacción a base de conductos radiantes no se basa en el aire caliente, ante cualquier apertura de puertas o portalones, la recuperación es mucho más rápida que con los sistemas convencionales de aire caliente.
Como se puede ver en la figura 2, la distribución de la radiación se realiza partiendo de los conductos radiantes a 45º a ambos lados.
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